725-Armando D. García



SONETO

¿Y sabes por qué fue? Yo era un proscrito
visionario de sendas prometidas,
desterrado del bien por el delito
de llevar mis antorchas encendidas.

El duelo de la Vida, hecha calvario
por el desierto gris del abandono,
llevó a mi corazón de visionario
la amargura secreta del encono.

Y tú, bajo la clámide divina
de tu ternura fraternal y humana
trocaste en santa mi obsesión felina.

Y refrenando anárquicos furores
fuiste, para mi vida, como hermana
que sembrara de rosas mis dolores.

Armando D. García

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