MUERTE Ya no te quiero, cuerpo, ya no te necesito, pues eres sólo un sueño que, despierto, he perdido para ganar la gracia de mi Ser Infinito... Los pies que me llevaron por tan bellos caminos, los brazos que abrazaron a los seres queridos, estos ojos que vieron miles de paraísos, los besos que recuerdan mis dos labios efímeros, las máquinas de carne que operan al unísono hasta llegar a hacerme creer que sois yo mismo... ¡Ya no te quiero, cuerpo, gracias por tus servicios! Jesús María Bustelo Acevedo
No hay comentarios:
Publicar un comentario