KATRINA ESTABA EN OPORTO Katrina estaba en Oporto mirando el feliz desfile, y a mí mismo dije: dile que de cariño ando corto. Y sin más me respondí: ¿cómo puedo estar cortito cuando albergo el Infinito del Amor dentro de mí? Me relajé satisfecho viendo las chicas danzar, y al punto pude notar su mano sobre mi pecho. Mano que casi indecente rebuscaba en mi interior por un poquito de amor sabiendo que está ahí la fuente. Y yo pensé con motivo: seguro que lo hallarás, que al buscarlo, me lo das, y al dártelo, lo recibo. Jesús María Bustelo Acevedo
No hay comentarios:
Publicar un comentario