BUSCA LA POESÍA
Hay muchas cosas que no se pueden expresar en las lenguas occidentales porque el enfoque oriental de la realidad es básicamente, fundamentalmente, tácitamente diferente. En ocasiones ocurre que una misma cosa se puede enfocar de la manera oriental y de la manera occidental y, superficialmente, las conclusiones pueden parecen similares, pero no es así. Si profundizas un poco, si escarbas un poco, encontrarás grandes diferencias, no diferencias ordinarias sino extraordinarias.
Precisamente el otro día estaba leyendo los famosos haiku de Basho, el maestro y místico zen. Para la mente occidental no parece poesía importante, o para la mente que ha sido educada a la manera occidental. Y, ahora todo el mundo recibe una educación occidental; Oriente y Occidente han desaparecido en cuanto a educación se refiere.
Escúchalo con mucha atención porque lo que importa no es lo que consideres tú poesía importante sino su profundo enfoque. Contiene una increíble poesía pero para sentirla tendrás que ser muy sutil. No lo podrás entender de forma intelectual sino solo de forma intuitiva.
El haiku es el siguiente:
¡Si observo atentamente
veo la nazunia en flor
en la tapia!
No parece ser una poesía muy importante. Pero analicémosla con más atención ya que es una traducción de Basho al castellano; en su propia lengua tiene una textura y un carácter totalmente distinto.
La nazunia es una flor muy común; crece a los lados de la carretera, una flor silvestre. Es tan corriente que nadie la mira nunca. No es una rosa maravillosa, no es un extraño loto. Es muy fácil apreciar la belleza de un loto flotando en un lago: ¿cómo vas a dejar de contemplar un loto azul? Durante unos instantes estás destinado a ser presa de su belleza. O una maravillosa rosa mecida por la brisa, bajo el sol... durante unas décimas de segundo se apodera de ti. Es asombroso. En cambio, la nazunia es una flor corriente, común. No necesita ningún jardín ningún jardinero; crece en cualquier parte por sí sola. Para contemplar una nazunia con detenimiento hace falta un meditador, una conciencia muy delicada; de lo contrario te pasará inadvertida. No tiene una belleza aparente, su belleza es más profunda. Su belleza es la belleza de las cosas ordinarias; pero lo ordinario contiene en sí lo estraordinario; incluso la nazunia. A menos que profundices en el texto con un corazón comprensivo no entenderás este texto.
Cuando lees por primera vez a Basho empiezas a pensar: "¿Qué tiene de importante hablar sobre una nazunia en una tapia?"
En el poema de Basho, la última sílaba -kana en japonés- está traducida como un signo de exclamación porque no tenemos otra forma de traducirla. Pero kana quiere decir: "¡Estoy asombrado!" Entonces, ¿de dónde viene la belleza? ¿De la nazunia? Hay miles de personas que habrán pasado al lado de una tapia y no se habrán fijado en esta pequeña flor. Sin embargo, Basho está poseído por su belleza, ha sido transportado a otro mundo. ¿Qué es lo que ha ocurrido?
En realidad no es una cuestión de la nazunia porque si no, esto es algo que le habría ocurrido a todas las personas que la hubiesen visto. Es cuestión del enfoque de Basho, de su corazón abierto, de su visión compasiva, de que era una persona meditativa. La meditación es alquimia, puede transformar cualquier burdo metal en oro, puede transformar la nazunia en un loto.
Si observo atentamente...
La palabra atentamente quiere decir con atención, con conciencia, con cuidado, de forma meditativa, con amor, con interes. Uno puede observar algo sin el menor interés, entonces es como si no viera nada. Hay que recordar la palabra atentamente en todos sus significados pero el significado básico es de forma meditativa. ¿Qué significa ver algo de forma meditativa? Significa sin que intervenga la mente, mirar sin la mente, sin ninguna nube que enturbie el cielo de tu conciencia, sin ningún recuerdo, sin ningún deseo... sin nada de nada, solo una extrema vaciedad.
Cuando observas en tal estado de no-mente, hasta una nazunia forma parte de otro mundo. Se convierte en un loto del paraíso, ya no forma parte de la tierra; se ha descubierto lo extraordinario en lo ordinario. Ese ees el camino de Buda. Descubrir lo extraordinario en lo ordinario, descubrir todo en el ahora, descubrir todo en esto; Gautama Buda lo denomina tathata.
El haiku de Basho es un haiku del tathata. Si miras esta nazunia con amor, desde el corazón con interés, con la conciencia despejada, e un estado de no-mente, te quedarás asombrado, te quedarás arrobado. Un gran asombro se apoderará de ti. ¿Cómo es posible? Esta simple nazunia lo ha conseguido; pero si es posible con una nazunia es posible con cualquier cosa. Si una nazunia puede ser tan hermosa, también Basho puede ser un buda. Si una nazunia puede contener tanta poesía, entonces cada guijarro puede convertirse en un sermón.
¡Si observo atentamente veo la nazunia en flor en la tapia!
Kana; ¡estoy asombrado! Me he quedado sin palabras; no puedo expresar su belleza; solo puedo evocarla.
El haiku únicamente evoca, el haiku solo indica de modo muy indirecto.
En la famosa poesía de Tennyson se da una situación parecida; te será de gran ayuda comparar ambas. Basho representa lo intuitivo, Tennyson lo intelectual. Basho representa a Oriente, Tennyson, a Occidente. Basho representa la meditación, Tennyson, la mente. Se asemejan e, incluso, en ocasiones la poesía de Tennyson puede parecer más poética que la de Basho porque es directa, es obvia.
Flor que estás en el muro agrietado
te arranco de tu grieta
y te sostengo aquí en mi mano, con tus raíces y todo.
Pequeña flor, si yo fuera capaz de entender
lo que eres, con tus raíces y todo
comprendería qué es Dios y qué es el hombre.
Es un poema maravilloso pero no es nada comparado con el de Basho.
Veamos por qué el de Tennyson es completamente diferente.
En primer lugar: Flor que estás en el muro agrietado
te arranco de tu grieta...
Basho simplemente observa la flor, no la arranca. La de Basho es una conciencia pasiva; la de Tennyson es activa, agresiva. De hecho, si estás realmente impresionado por la flor, no puedes arrancarla. Si la flor ha tocado tu corazón, ¿cómo vas a arrancarla? Arrancarla significa destruirla, matarla; ¡es un asesinato! Nadie ha considerado esta poesía de Tennyson como un asesinato pero es un asesinato. ¿Cómo puedes destruir algo que es bello?
Sin embargo, es así como funciona nuestra mente; es destructiva. Quiere poseer y la posesión solo es posible a través de la destrucción.
Ten presente esto, siempre que posees algo o a alguien, destruyes esa cosa o a esa persona. ¿Posees a una mujer? La destruirás, destruirás su belleza, su alma. ¿Posees a un hombre? Dejará de ser un ser humano, lo has reducido a un objeto, a una mercancía.
Basho observa "atentamente"; simplemente observa, ni siquiera la escruta. Simplemente la mira, suave, femenino, como si tuviera miedo de herir a la nazunia.
Tennyson la arranca y dice: Te sostengo aquí en mi mano, con tus raíces y todo, pequeña flor...
Permanece separado. El observador y lo observado no se funden en ningún lugar, no se fusionan, no se encuentran. No es una relación amorosa. Tennyson ataca la flor, la arranca con sus raíces y todo, la sostiene en la mano.
La mente se siente bien cuando posee, controla, sostiene. El estado meditativo de conciencia no está interesado en poseer, en sostener, porque ese es el camino de la mente agresiva.
Además dice: pequeña flor, la flor es pequeña, él, sin embargo, está en un gran pedestal. Él es un hombre, un gran intelectual, un gran poeta. Mantiene su ego: pequeña flor.
Basho no plantea ninguna comparación. No dice nada sobre sí mismo, como si no estuviera. Como si no hubiera ningún observador. Es tal la belleza, que provoca la trascendencia. La nazunia está ahí, ha florecido en la tapia -kana- y Basho está simplemente asombrado, le ha tocado hasta lo más hondo de su ser. La belleza le ha subyugado. En vez de poseer la flor, está poseído por la flor. Está totalmente rendido ante la belleza de la flor, ante la belleza del momento, ante la bendición del aquí y el ahora.
Pequeña flor, dice Tennyson, si yo fuera capaz de entender...
¡La obsesión por entender! No es suficiente apreciarlo, no es suficiente el amor, tiene que haber entendimiento, tiene que haber conocimiento. A menos que haya conocimiento, Tennyson no se sentirá bien. La flor se ha convertido en un signo de interrogación. Para Tennyson es un signo de interrogación, para Basho es un signo de admiración.
Los grandes valores de la vida -la belleza, el amor, Dios, la oración-, todo lo que es realmente importante, todo aquello que hace que la vida merezca la pena, forma parte de la tercera categoría. Lo incognoscible no es más que otro nombre de Dios, otro nombre del misterio y el milagro. Sin su existencia o puede haber asombro en tu corazón y sin asombro el corazón deja de ser un corazón, y sin arrobo pierdes algo totalmente valioso. Tus ojos se llenan de polvo, pierden su transparencia. El pájaro canta pero a ti no te afecta, no te provoca, no te conmueve porque conoces la explicación.
Los árboles son verdes pero su verdor no te hace bailar, no te hace cantar. No provoca la poesía en tu ser porque conoces la explicación; es la clorofila la que hace que los árboles sean verdes. De modo que no queda nada de poesía. Cuando hay una explicación desaparece la poesía. Además todas las explicaciones son utilitarias, no son supremas.
Si no confías en lo que no puedes conocer, ¿cómo puedes decir que la rosa es bella? ¿Dónde está su belleza? No es un componente químico de la rosa. Puedes analizar la rosa pero no encontrarás en ella ninguna belleza. Si no crees en lo que no se puede conocer puedes practicarle una autopsia a un cadáver, no encontrarás su alma. Y continuarás buscando a Dios pero no lo encontrarás en ninguna parte. La mente lo echará en falta porque la mente desearía que Dios fuera un objeto pero no lo es.
Dios es una vibración. Si estás en armonía con el sonido callado de la existencia, si estás en armonía con el sonido de una mano al palmear, si estás en armonía con aquello que los místicos hindúes denominan sonido anahata, la suprema música de la existencia, si estás en armonía con el misterio, sabrás que solo Dios existe y nada más. Así, Dios se convierte en sinónimo de la existencia.
Sin embargo, estas son cosas que no se pueden entender, que no se pueden reducir a conocimiento; ahí es donde Tennyson falla, donde pierde todo el enfoque. Él dice:
Pequeña flor, si yo fuera capaz de entender / lo que eres, con tus raíces y todo / comprendería qué es Dios y qué es el hombre.
Todo es un "si".
Basho sabe lo que es Dios y lo que es el hombre es ese signo de interrogación, kana. Estoy asombrado, estoy sorprendido... ¡una nazunia en la tapia!
Quizá sea una noche de luna llena, o quizá sea por la mañana. Me imagino perfectamente a Basho de pie en el camino, sin moverse, como si se le hubiera parado la respiración. Una nazunia... bellísima. Todo el pasado se ha ido, todo el futuro ha desaparecido. Ya no hay más preguntas en su mente, solo un puro asombro. Basho se ha convertido en un niño. Ha recuperado los ojos de niño para contemplar la nazunia, atentamente, amorosamente. En ese amor, en ese cuidado, hay un tipo de entendimiento totalmente diferente; no es un entendimiento intelectual, no es un entendimiento analítico. Tennyson intelectualiza todo el fenómeno ydestruye así su belleza.
Tennyson representa a Occidente, Basho representa a Oriente. Tennyson representa la mente masculina, Basho representa la mente femenina. Tennyson representa la mente, Basho representa la no-mente.
Osho
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