198-José Fernández Guerra y Orbe



SONETO

En tus juicios, gran Dios, la equidad brilla:
tu amor al hombre forma tu embeleso;
mas perdonar mi ingratitud, confieso
que de tu augusto Ser fuera mancilla. 

El alma, un tiempo cándida, sencilla,
inicua ya y dolosa en luengo exceso,
de tu cólera aguarda el justo peso;
ni en tu poder cupiera el reprimilla.

¿No es tuyo el rayo? ¿Tu bondad qué espera?
Guerra por guerra a la impotente nada
que provocó tu indignación severa.

El rayo estalle de tu diestra airada...
Mas, ¿en qué parte descargar pudiera,
que no esté en sangre de Jesús bañada? 

José Fernández Guerra y Orbe

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