GACELA XV
Un músico esta noche
mi oído regalaba
con amorosos tonos
de su canora flauta.
Sentí al punto al oírle
en mi pecho mil ansias,
tal impresión me hacían
sus dulces consonancias.
Un copero, con frente
como el diciembre blanca,
y con rizos cual soles,
a mi lado se hallaba.
Al verme trastornado,
vino con abundancia
vertió en mi copa. Absorto
a una acción tan hidalga
grité: De mi existencia
tú me alivias la carga
cuando así con el vino
me rebosas la taza.
Líbrete Dios del fiero
pesar de la inconstancia,
y en uno y otro mundo
te dé dichas colmadas.
Cuando Hafiz está alegre,
¿qué le importan tiaras,
ni Kaus, ni Kis, ni Persias?
¡Poco menos que nada!
Mohammed Shems Eddim Hafiz
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