Yo soy la Música, la más antiguas de las artes. Más que antigua soy eterna. Incluso antes de que la vida empezara en esta tierra, ya estaba aquí, en los vientos y en las olas. Cuando aparecieron los primeros árboles, flores y hierbas, yo estaba entre ellos. Y cuando llegó el hombre, enseguida me transformé en el más delicado, sutil y poderoso medio de expresión de las emociones de la humanidad.
Cuando las personas eran poco mejores que bestias, yo influí en ellas por su bien. En todas las épocas e inspirado a los humanos con esperanza, he encendido su amor, he dado voz a sus alegrías, los he animado a realizar actos valerosos y los he aliviado en tiempos de desesperación. He desempeñado un gran papel en el drama de la vida, cuyo fin y propósito es la perfección completa en la naturaleza de cada persona . A través de mi influencia, la naturaleza humana se ha elevado, endulzada y refinada. Con la ayuda de los hombres y mujeres, me he convertido en una de las Bellas Artes. Poseo miríadas de voces e instrumentos. Estoy en los corazones de todos los hombres y mujeres y en sus lenguas, en todos los países y entre todas sus gentes; el ignorante y el analfabeto no me conocen menos que el rico y el sabio porque hablo a todas las personas en un idioma que todos entienden. Incluso los sordos pueden oírme cuando escuchan las voces de sus propias almas. Yo soy el alimento del Amor. He enseñado la amabilidad y la paz a hombres y mujeres y les he guiado en hechos heroicos. Reconforto al solitario y armonizo la discordia de las muchedumbres. Soy un lujo necesario para todos los hombres. Yo soy la Música.
Anónimo
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