A UN AMIGO
Mi médico, suaviza mis dolores
hablándome de ciencia y poesía,
como Platón el ático lo haría
perteneciendo al gremio de doctores.
Tú, en los remedios que haces viertes flores
más suaves que suavísima ambrosía,
y de tu mano brota noche y día
bálsamo aliviador de sinsabores.
Me hallo como el viajero que ha colgado
su hamaca entre dos árboles floridos;
que envuelto en un ambiente perfumado
lo acarician sus gajos extendidos;
y que al fin se aletarga lentamente
mientras las flores caen sobre su frente.
Bartolomé Mitre
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