REFLEXIONES
Muchas veces meditamos
el porqué de nuestra vida,
buscando en vano respuesta
a los problemas del día.
Miramos alrededor
y vemos sólo injusticias,
sin encontrar solución
a todas nuestras desdichas.
Pensamos que Dios no existe
que es un mito la verdad,
que por más que trabajemos
no lo podemos cambiar.
Y entonces nos rebelamos,
nos invade la apatía,
no hacemos caso de nadie
y perdemos la alegría.
Luego recapacitando
por encontrar la salida,
achacamos a los otros
que nos complican la vida.
Y seguimos preocupados
con los problemas del día,
sin encontrar solución
a todas nuestras desdichas.
¿Pero acaso es tan difícil
vivir en paz y armonía,
o será nuestro egoísmo
que nos confunde y desvía?
Luis Martínez
No hay comentarios:
Publicar un comentario